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He estado pensando que necesito para escribir, quizás ganas y aunque suene extraño, ¿inspiración?, jajaja se me estremece la piel pensar en la forma en que lo dije, pero bueno supongo que es algo así, he estado girando en cosas mayores (eso suena aún peor), cosas de chicos grandes, de gente adulta, y he dejado de lado los libros de soñadores y poetas malditos, mi memoria, que poco me ayuda a pensar, por un poco de madures (entiéndase de la forma más sutil), ha comprado olvido al azar y a borrado toda la demasía de mi cerebro, que forma más simple de buscar espacio.
Tristemente me he empapado de soledad, de vacios llenos y olvidos incompletos, y aún así no puedo articular palabras que entienda mi pobre alma adolorida, lastimada. Sin razón y sin nombre he querido hacerme participe del arte en mí, pero no se puede hacer mucho donde solo había un par de discos mal rayados y un libro que el olvido ha dejado en el túnel de sus letras, aún así, he escupido arterias de malas intenciones y he dejado en mi, paredes rayadas con grafitis que no se entienden más que por pobres seres sin palabras coladas en la punta de la lengua, quizás estoy vieja ya… y he dicho más de lo que debía decir cuando era “joven”, una decisión casi absurda de mi edad, pero el espíritu cansado de mi piel me delata un poco, mujer fría, aburrida y sin color aparente, con absurdos constantes y océanos que ya no son ni gotas de memoria.
He dejado la naturaleza de mi cabello oscuro para olvidar que tengo que alinear las puntas al más cercano objeto contenedor de residuos, me he enlodado la cabeza de miseria y pobreza espiritual y he dejado que las palabras mal formadas se apoderen de mi boca, disparando enojos constantes contra un “algo” que no es nada.
Entonces es mejor respirar, dejar que el aire impuro de mi exterior purifique mi alma con un poco de su veneno, con un poco de ese acido que derrite el interior de los que nada saben… respiro…. con aire entrecortado y pido ayuda con esos ojos asimétricos, únicos y con textura roja que delata mis males mentales, mi bilis idiota y mediocre, mi entusiasmo charlado se disipa, por fin estoy a la vista, como un “algo” sin razón, sin sentidos aparentes, con miedos constantes, con paranoias imaginarias y soy mil veces más “eso” que aquello… un objeto mal formado, mal tallado, mal interpretado, figura de dedos largos, de apuntes desordenados, de uñas rosadas y ajustadas al compas de mi mano ociosa, me he dejado nuevamente, cambiando el ritmo de mi charla a la nada absoluta, todo se ha perdido no queda más que esto... un yo imaginario y con desnutridas ideas, eso es tan triste que solo llorare en mi ausencia y me abrazare para consolarme.